lunes, 21 de mayo de 2012

Prohibido ir al colegio con la cara cubierta

En esta entrada voy a poner una noticia que salió el día 26 de Agosto del 2010 sobre llevar burkas en los centros escolares.

En primer lugar quiero hacer una reflexión personal sobre este tema.

¿Hay alguna diferencia que hay entre llevar un burka y una gorra?
Desde mi punto de vista en los centros no se deberían llevar ni una cosa ni la otra; ya que si se permite llevar un burka también se debería permitir llevar una gorra. Y simplemente pienso esto porque todo el mundo tiene que tener el mismo derecho. 

Ahora bien se puede decir que es por un tema de creencia religiosa pero si es así que también se acepte el que las mujeres no lleven un burka cuando vayan a países donde la religión musulmana sea la que prevalezca sobre las demás.

El nuevo decreto de Derechos y Deberes del Alumno recoge algunas normas básicas de vestir en los centros educativos navarros. Las prendas no deben dificultar la identificación del estudiante

Una estudiante francesa lleva velo islámico al instituto.  FRANCOIS LO PRESTI /AFP
Una estudiante francesa lleva velo islámico al instituto. FRANCOIS LO PRESTI /AFP

B.A.H. . PAMPLONA Jueves, 26 de agosto de 2010 - 04:00 h.

LLEGA septiembre y con él la vuelta a clase. Nuevos alumnos, nuevos profesores y una dinámica que se ha convertido en toda una tradición: pasar lista para poner cara a los nombres y nombres a las caras. Para que esto sea posible, los alumnos deben acudir al centro con la ropa adecuada y la cara al descubierto.

Al menos así lo regula el nuevo decreto de Derechos y Deberes del Alumno, que establece unas normas básicas de indumentaria, que luego cada centro podrá ir concretando.
Este documento, que ha llevado varios meses de elaboración por parte del departamento de Educación y en el que han participado los agentes educativos, establece unas pautas genéricas. Recoge como un deber del alumno utilizar "una indumentaria acorde con la consideración del centro escolar como lugar de estudio". Y, además, especifica que esa vestimenta "debe permitir y facilitar", por un lado, "la adecuada realización de las tareas y actividades educativas", y, por otro, "no debe dificultar la identificación del alumno". En definitiva, no se puede acudir al centro con la cara tapada.
La Administración foral no ha establecido, sin embargo, un listado que recoja qué tipo de prendas son las que impiden esa identificación. En su lugar, aboga por "el sentido común" para prohibir o no determinadas ropas o complementos en las aulas. "Deliberadamente no se nombra ninguna prenda. No queríamos hacer referencia a ninguna en concreto. Se pensaba desde el pañuelo por la cara y las gorras hasta el burka, pero cada centro elaborará su reglamento prohibiendo lo que considere oportuno, siempre y cuando se respete que el atuendo no debe dificultar la identificación", explica la directora general de Ordenación del departamento de Educación, Teresa Aranaz.
En Navarra, por el momento, no ha surgido ninguna polémica en torno al burka (prenda islámica que cubre por completo el rostro) o el niqab (que sólo deja ver los ojos) en centros escolares, ya que no hay alumnas que lleven este tipo de velos.
"Cuando se debatió el decreto, se pensaba más en las gorras, capuchas y pañuelos que muchos chicos llevan en el recinto escolar. Son modas que no permitimos en los centros", añade Javier Mangado, presidente de la Asociación de Directores de Instituto (ADI). "En ningún momento se habló de velos y burkas", resalta. Además, Mangado precisa que mientras que los velos están muy poco generalizados, las gorras son elementos "muy extendidos" y que lo que se pretende con esta norma básica es atajar su uso. "Se les tiene que poder identificar, incluso de lejos".
La Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), que agrupa a una decena de centros concertados navarros, también opta por aplicar "el sentido común" a las prohibiciones. "En el debate se habló de respetar el entorno en el que se está, es decir, el centro. No hay que sacar las cosas de contexto. No se trata de decir no al burka sino que no se impida saber quién es", explica Francisco José Flores, presidente de CECE Navarra. "Al no concretar, se permite más libertad a los centros para regularlo en sus reglamentos internos".
Para Pedro Rascón, presidente de la federación de apymas de la red pública Herrikoa, "todo tiene su interpretación". "Yo entiendo que al final lo que dice la norma se tiene que traducir en cada centro, y cada uno afinará más o menos". En este sentido, destaca que el objetivo no es otro que lograr que los estudiantes acudan al centro "con una vestimenta adecuada". "Una gorra, probablemente, no dificulte la identificación, pero es una prenda impropia para una escuela". No concretar el tipo de prendas puede entenderse, asegura Rascón, como una forma de no cerrarse puertas de cara a problemas de indumentaria que pudieran surgir en el futuro. "El asunto del burka lo veo lejano en Navarra. No creo que se den esas situaciones de momento, pero supongo que la idea del decreto también iba por ahí".
Desde Concapa, la federación de apymas de la red concertada, consideran que no detallar qué prendas quedan prohibidas busca "no atacar a unos y otros" y "dejar abierta la puerta para albergar cualquier otra cosa que pudiera surgir en el futuro". Al menos así lo reconoce José Javier Solabre, que era vicepresidente de la federación durante el proceso de debate del decreto. "Se buscaba dar cabida a todo y no levantar más polvareda". A su juicio, el uso de los distintos velos islámicos "no es tan radical en Navarra" como pudiera ser en Francia. Lo positivo del decreto es, asegura, "el amparo que ofrece a los centros para adoptar medidas" sobre el atuendo.



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